I Ruta de la Sidra 05.03.2006


Cuándo en un día en el que todas las previsiones metereológicas preveen fuerte temporal de viento y nieve, te responden cincuenta y dos personas y veintisiete vehículos, no cabe sino empezar dando las gracias a todos por su asistencia, en especial a aquellos que vinieron de puntos tan dispares como Fernándo Hernández desde Ávila con su impresionante R5 turbo 2, Vicente Salas y un nutrido grupo de jóvenes con sus Renaults Sport y otro mágnifico R5 turbo 2, Iñaki Amondaraín desde Bilbao, nuestros incodicionales amigos de los Clubs Franceses “R5 Alpine” de Arbonne y “ECURIE” de Getary, con sus R5 Alpines turbo, Spider, Porsches, Fiat Abart, Ford Mustang, Jaguar…, y las motos guía pilotadas por Lecumberri y Errazkin con gran destreza, así como al Ayuntamiento de Goizueta, a Iñigo y José Antonio Lujambio de la sociedad de la citada localidad “Umore Ona”, y a la sidrería Gartziategi. El día 5 de marzo amaneció frío y oscuro, y la RUTA DE LA SIDRA partió desde Anoeta, San Sebastián, camino a Goizueta, adentrandose por la sepertenteante carretera que acompaña al río Urumea y atravesando cerrados bosques de Ayas. En Goizueta nos esperaba un caliente caldo, chorizo y carne cocida, ofrecidos en la sociedad Umore Ona por los Lujambio, y que nos hizo reponer fuerzas para continuar por la ascensión del puerto de Ezkurra, donde la nieve nos esperaba e hizo que los participantes se divirtieran provocando pequeñas “cruzadas” a sus vehículos. El descenso se tomo con precaución hacia Santesteban, donde el sol apareció en el cielo dando luz y color a nuestra peculiar caravana, y ya no nos dejó hasta el final de la excursión, que continuó hacia Lesaka, para subir los preciosos puertos de Aritxulegi y Agiña, donde todos (los R-8 de Villameriel, Aginaga, Ceniceros, Uncella, los A110 de Arruabarrena, Crespillo, Sanchez, el Renault Sport de Mario, el R5 Alpine de Fabien Fuello, el Fiat Abart de Michel Larripa… y mi A310gt en pugna con los Porches del Club Ecurie) desahogamos los carburadores y disfrutamos de una magnifica subida de paisaje inmejorable a bordo de nuestros vehículos. Y para desahogar el apetito nos esperaba en la rústica sidrería Gartziategi un apetecible menú de sidrería, buen ambiente y animada tertulia

Comentarios