Renault no ha hecho mucho por sacar partido del éxito que tuvo hace unos años en la F1, ni tampoco ha proporcionado a sus fieles algo con lo que enseñar los dientes al RX-8 o el 350Z, o deportivos de ese nivel. Esto podría cambiar en cuanto acabe la década, con la aparición del nuevo Renault Alpine. Ya en la década de los 90, tras la desaparición en 1994 de su último modelo, el A610, se hicieron varios proyectos para sacar adelante un nuevo Alpine (en las fotos aparecen envueltos en plástico transparente) que terminaron en el almacén Renault. Hoy día Renault está haciendo resurgir de sus cenizas a la división deportiva Alpine y espera revivir, según numerosos rumores en 2010 o 2011, al Alpine, empleando su marca para diferenciar a un cupé deportivo de motor central. Auto Express dice saber de buena tinta que los diseñadores están finalizando el diseño exterior, y que cierta mula de pruebas disfrazada de Mégane ha sido avistada circulando en Nurburgring. También, rumores, apuntan que en el próximo salón de Ginebra el fabricante francés podría dar la sorpresa y presentar un prototipo que anticipase de manera clara y concisa el que será el primer Renault Alpine de nueva generación. Concretamente, Patrick Pelata, director de desarrollo de nuevos modelos, ha confirmado recientemente que el fabricante francés está costruyendo un nuevo deportivo que entra en la línea de productos franceses- el próximo Alpine podría ser algo similar al Smart Roadster. Estamos hablando, por tanto, de un vehículo de poco peso (fibra de carbono por muchos lados, se nos antoja), motor trasero y tracción total o trasera (¡ojalá sea esto último!). Y puede que sea esto último! Porque en sus declaraciones Pélata continúa diciendo que quieren conseguir un vehículo deportivo asequible, de propulsión, y con una plataforma que sea muy, muy divertida de conducir. Renault espera que su nuevo cupé consiga una mayor aceptación que el radical Sport Spider, desaparecido sin pena ni gloria en 1997 tras registrar unas ventas decepcionantes, sin duda motivadas por su falta de refinamiento y practicidad.
Por el momento son sólo estudios en la mesa de diseño y rumores más o menos fundados, pero el que estén pensando en la idea ya es digno de aplaudirles. También es cierto, que esta actual crisis no es el marco más propicio para sacar adelante proyectos de automóviles deportivos. Esperemos que a pesar de todo no sea un simple rumor u otro proyecto aparcado en plásticos en los garajes de Renault.
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