Encontramos en un garaje esta cartelería de época decorando sus paredes. Junto al anuncio comercial del Alpine A110, otros dos carteles anuncian carreras de R-8. Fue en los años sesenta, a mediados, cuándo Renault revolucionó el ambiente de los circuitos con las carreras monomarcas, también llamadas fórmulas de promoción. Parrillas rebosantes de Renault 8 daban paso a espectaculares y feroces batallas sobre el asfalto. En España, no tardó en desembarcar el circo de la Copa Nacional Renault 8 TS. Pilotos hoy consagrados se forjaron entre los tumultuosos pelotones de coches que apuraban al límite las frenadas, abordaban las curvas derrapando y algunos hasta ofrecía un recital de "vueltas de campana". Los Salvador Cañellas, Jaime Sornosa "Correcaminos", Jesús Pareja y José Angel Sansiambarrena, entre tantos, protagonizaron las carreras más competitivas que se han presenciado en los circuitos españoles . Además, la personalidad mecánica del vehículo ayudaba a crear ese espectáculo. El R-8 TS era ya de serie un coche potente, ligero y rápido. Sobre esta base, un incremento de la comprensión (a 10:1), un carburador de difusores más generosos, acortar los muelles para bajar el centro de gravedad, unos neumáticos Michelin XAS y aligerar el interior de asientos y elementos bastaban para enfrentarlo con garantías contra las otras decenas de contrarios. El R-8 TS Copa aceleraba con poderío. Y ni siquiera la exagerada caída negativa de las ruedas posteriores impedía los habituales sobrevirajes, lo cual requería un pilotaje atento y desenvuelto. Pero una vez adquirida cierta experiencia en la técnica del contravolante, tanto disfrutaba el conductor de las "cruzadas" de la parte trasera de su coche como vibraba el público con semejante algarabía en pista. Queda para el recuerdo la famosa Copa TS, sus llamativos colores (azulón Francia y amarillo chillón), el inconfundible sonido de su escape y la caída de sus ruedas traseras.
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